Dios quiere que usted llegue a ser un discípulo, un seguidor comprometido de Jesucristo.
El término “cristiano” significa seguidor, imitador de Cristo.
1 Pedro 2:21 dice que Cristo nos ha dejado un ejemplo para que sigamos en sus pisadas.
Romanos 8:29; 2 Corintios 3:18 enseñan que debemos ser transformados a la imagen de Cristo.
2 Pedro 3:18: “Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”
Filipenses 2:5: “Haya en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús.”
¿Cómo es un discípulo de Cristo?
- ¿Hay un criterio claro, específico, concreto y fácil de medir para saber quién es de veras un discípulo?
- ¿Cuáles son los rasgos de un verdadero discípulo que lo distingue de los demás?
Cada persona tiene un criterio de cómo debe ser un discípulo de Cristo. Entonces no es de extrañarse que en nuestras iglesias no haya un claro concepto de quién es un discípulo, y por lo tanto todos no apuntan en la misma dirección en cuanto a lo que se espera de ellos como cristianos.
No se puede tratar de cumplir la Gran Comisión sin saber con exactitud qué es o cómo es un discípulo. Y lo que es más complicado aún, cuesta mucho trabajo entender el proceso o los ingredientes que se necesitan para lograr el resultado final de la iglesia.
Cuando se trata de responder a la pregunta acerca de las características de un discípulo, ¿cómo es uno?, surgen muchas respuestas.
La lista puede hacerse tan larga que se hace imposible crear criterios para medir si la persona es un discípulo o no.
Si la lista es muy larga carece de enfoque.
Las características subjetivas como el amor, la humildad, etc son muy difíciles de medir
Por ejemplo, es muy difícil medir el amor de una persona porque es muy subjetivo, y puede estar sujeta a la opinión personal. Pero si podemos usar para medir el amor el criterio de Jesús. Jesús dejó la forma correcta para medir el amor.
“Si me amáis, guardad mis mandamientos” Juan 14:21
Entonces por la obediencia sabemos si la persona ama o no. Y la obediencia es más fácil de medir que el amor. Por lo tanto, en lugar de enfocarme en el amor, me enfoco en la obediencia. Criterio que es mucho más fácil medible.
(3) Y el tercer problema que se afronta es que puede haber características que se confunden con las emociones. Aunque el hombre es un ser emocional, no puede basar la vida cristiana en emociones; porque las emociones son muy variables.
¿Ha tenido usted alguna vez “ganas de no amar”? ¿Ha tenido usted alguna vez el deseo de no perdonar? ¿Ha tenido usted el deseo de no diezmar? Si hemos de ser sinceros tenemos que admitir que ha habido momentos en la vida que no ha habido “el deseo”. Pero Jesús dice que se debe amar, perdonar por obediencia, no solo cuando se tiene ganas de hacerlo. Aun dar los diezmos debe ser por obediencia.
Entonces, la palabra clave es obediencia.
CARACTERÍSTICAS DE UN DISCÍPULO DE CRISTO
Para definir o reconocer a un discípulo de Cristo, tenemos que ver a Cristo. ¿Cómo es Cristo? ¿Cómo vivió Cristo en la tierra durante su ministerio?
Jesús reflejaba la obediencia al buscar la intimidad con el Padre. Con frecuencia se apartaba para orar y buscar la comunión con Dios. Su vida de oración era tan poderosa que impresionó a los discípulos; y ellos le pidieron que los enseñara a orar.
Jesús también reflejaba la obediencia en su vida de servicio al prójimo. Él dijo: “Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15).
Por último, Jesús reflejaba la obediencia en su deseo de reproducirse. Jesús tomo discípulos, luego apóstoles; pasó tiempo con ellos y les dio una tarea. Jesús proclamó el mensaje de arrepentimiento y de salvación.
Examine lo que dice la Biblia en Juan 15:8: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.”
¿Cuál es la característica de un discípulo?
Según la Biblia, la característica de un discípulo es la obediencia.
Juan 15:14: “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.”
El discípulo no se reconoce por el conocimiento, sino por la obediencia.
LA OBEDIENCIA SE REFLEJA EN TRES ASPECTOS
- La intimidad con Dios a través del tiempo devocional.
- La reproducción al hablar de Cristo mediante el testimonio personal.
- El servicio a Dios y a las personas a través de un ministerio en la iglesia.